Una señora se pone a tender la colada en el Molino de Santa Ponsa

Rafa Guerrero, un vecino de Santa Ponsa nos hace llegar un video insólito por su extrañeza. Guerrero paseaba ésta mañana por las cercanías del Molino de Santa Ponsa, cuando pudo observar que una señora tendía la colada en las cuerdas de las aspas del propio molino. 

 

Rafa Guerrero, no lo ha dudado y tras intercambiar algunas palabras y gestos con la señora, a procedido a llamar a la Policía Local de Calvià que poco después se ha personado con dos patrullas, según parece han procedido a sancionar a la señora.

 

Hay que recordar que el molino de Santa Ponsa es un molino harinero mallorquín restaurado y es de propiedad municipal, ademas de ser un elemento identitario de los más relevantes de nuestro municipio. Está situado al lado de la autopista Palma-Andratx, cerca de una gran rotonda, a unos metros de la Urbanización Galatzó y a poco más de medio kilometro de Santa Ponsa.

 

La señora en cuestión, es de nacionalidad alemana y según parece es la segunda vez que tiende su ropa en el molino, ropa que es transportada a las inmediaciones del monumento en dos carritos de supermercado.

 

EL MOLINO DE SANTA PONSA

El molino fue construido a principios del siglo XIX, se trata de una estructura destinada a la molienda, manufactura y almacenaje de la harina para el consumo de los habitantes de Santa Ponsa y del que también se constata su utilización como vivienda. Es un molino harinero de viento, actualmente público, de grandes dimensiones, en el que se documentan una serie de remodelaciones.

 

El molino viene formado por un cintell decagonal y en talud, con una rampa adosada que permite el acceso a la torre circular, de casi 11 metros de altura. Fruto de su restauración en los años 90, presenta la maquinaria exterior formada, entre otros elementos, por las aspas.

 

Originariamente, el molino formaba parte de la “Possessió” de Santa Ponsa y fue donado al Ayuntamiento de Calvià en el año 1971. En 1985, a causa de una ampliación de la carretera, se planteó su desaparición. Fue en ese momento cuando “l’Associació d’Amics dels Molins” comenzó la lucha por la salvación de este elemento etnográfico, sin que su propuesta fuese tomada en consideración. 

 

Poco antes de ser destruido, las actuaciones se paralizaron, gracias a la intervención de un equipo de paleontólogos que afirmaban que la riqueza fósil del terreno que rodeaba al molino era de suma importancia. Una vez salvado de la destrucción, se inició el proyecto de restauración, subvencionado por el I.N.E.M. y fondos sociales Europeos. 

 

 

La intervención fue llevada a cabo por la Escuela Taller del Molí de Santa Ponsa, bajo la dirección del arquitecto Bartomeu Nicolau Mayol, responsable del proyecto. Esta actuación ha hecho posible que hoy en día se haya convertido en uno de los elementos identitarios más relevantes de nuestro municipio.